Entrevista por Ludmila Abril Salazar
Instituto San Gabriel - Buenos Aires - 2015
1-¿Cuál es tu nombre completo?
Agustín Iván Riccardi.
2-¿Cuántos años tenes?
30
3-¿Donde naciste?
Nací en una clínica del barrio de Colegiales, de ahí me trasladaron a San Antonio de Padua, localidad de la zona oeste del Gran Buenos Aires, donde viví hasta los 19 años.
Luego, gracias a que mi viejo nos eche de casa a mis hermanas y a mí, viví en Morón, en la casa del amigo Rodrigo Lujan. Luego en Floresta, dos años con mi hermana Loreley y dos años solo, en el mismo departamento. Para el 2010 me mudo al Centro y ahora sigo por el barrio de Congreso.
4-¿Tenes hermanos?
Si, dos hermanas. Loreley y Melina.
5-¿Cuándo comenzaste a dibujar?
Comencé a dibujar en la niñez, primero probando materiales, luego copiando y representando lo que veía a mí alrededor, mamá, papá, familia, casa, perro, auto… y seguí dibujando en el jardín de infantes…
Entre los materiales utilicé, variedades de lápices, crayones, fibras, temperas, yerba, azúcar, algodón… experimenté en los más variados soportes, diferentes papeles, cartones, mesas, ropa, puertas y paredes…
En la época del primario incorporé las hoy llamadas “apropiaciones” o “reinterpretaciones”, copiando dibujos de otros, dibujos animados, historietas, ilustrando algún cuento que me leían en el colegio, haciendo las caratulas de los meses en los cuadernos. Copié algún que otro personaje del manual escolar, sin imaginarme que detrás de ese sapo llamado “Naranjito” que nos acompañaba en las actividades del manual, había un dibujante llamado Jose Liotta. No era muy consciente de que detrás del dibujo había una mano creadora. Muchos años después lo re descubro a Liotta, ya teniendo en claro su existencia e historia como dibujante. Pero en ese entonces no le daba mayor importancia y solo veía los dibujitos…
Al mismo tiempo que realizaba mis primeras lecturas comencé a copiar personajes de la revista “Patoruzu” y “Patorucito” (Del dibujante Dante Quinterno) y de la revista “Lúpin” (De los dibujantes Guerrero y Sidoli).
Copiaba unos dibujos que encontré de mi papá, él los había hecho cuando era más pibe y se inscribió en un curso de dibujo por correspondencia de la “Continental Schools”, también copié las lecciones de ese curso de fascículos coleccionables que rápidamente, me adueñe y hasta el día de hoy conservo…
Recuerdo una colección de libros sobre la historia del cine, de la editorial Salvat, el tomo número nueve era sobre la historia del cine de animación, de ahí copiaba todos los personajes que había: Espiri Gonzales, Bugs Bunny, Clarabella, El Gato Fritz y muchos otros más…
Llegando a séptimo grado del colegio primario seguí dibujando… Y comencé a estudiar en la “Escuela de dibujo de Garaycochea”. Llevado de la mano de un padre estimulante y perspicaz. Desde siempre en esa escuela hubo y hay enseñando tipos de la historia del dibujo en la Argentina, que a su vez han sido alumnos, colegas y amigos de otras generaciones de la historia del dibujo en nuestro país. Ahí vi que había personas que vivían del dibujo… y desde hacía años atrás. Ahí comencé a ver al dibujo como una posible futura profesión, a darle mayor importancia y a tomarlo con mucho respeto y seriedad, por más que me inclinaba hacia el dibujo humorístico…
A los 12 años, tuve de profesor a Goyo Mazzeo, quién en la primer clase me dijo: “Ahora vas a empezar a dibujar tus propios personajes”, ya que venía de dibujar copiando lo que me gustaba. Ahí arranco una etapa de aprendizaje importante.
Seguí dibujando y después de un tiempo volví a copiar dibujos de los nuevos que admiraba, Quino, Caloi, y todo dibujante que iba conociendo, tratando de imitarlos, influenciándome por la admiración y de a poco metiéndome a conocer uno de los mundos del dibujo como lo es el humor gráfico, con toda su historia. Seguí dibujando con el maestro Nestor Ibañez y luego con Garaycochea un par de años más… A partir de ahí seguí dibujando solo, haciendo paginas de humor gráfico. Me pasaba horas en mi pieza de Padua encorvado en la mesa de dibujo, perdido en el tiempo de esa meditación…
En la adolescencia seguí dibujando… imaginando un futuro profesional, pese a las grandes limitaciones que tenía como dibujante, pese a todas las trabas que uno se pone, solo por tener miedo, miedos que no se ven, pero están. Miedos que a la distancia aparecen en las fotografías de nuestros cumpleaños pasados, abrazándonos felices de cumplir un año más junto a uno… Miedos que van desapareciendo o renovando solo con seguir dibujando… y seguir viviendo.
En el transcurso del secundario, un polimodal de Arte, Diseño y comunicación seguí dibujando… Hice dibujos para la revista del taller literario escolar, para volantes, afiches barriales y publique humor grafico en diarios zonales del Oeste del gran Buenos Aires.
Un día navegando en internet encontré un nombre que me resultaba conocido -Edgardo Carosia- era un dibujante que años antes que yo, había estudiado en la escuela de Garaycocha, y conocía sus dibujos por la revista “Dibujando” que publicaba la escuela con trabajos de sus alumnos… En aquel momento me contacte con él y entre correl y correl armamos una símil relación amistosa laboral, ya que me invito a colaborar en una revista española, “Hot English Magazine”, donde ilustre unas tiras humorísticas por varios meses. Para mí en ese entonces, a mis 17 años, fue un puntapié importante y Edgardo casi sin saberlo fue una especie de pigmalión en esto de publicar “dibujitos”…
Al terminar el secundario seguí dibujando… Comienzo el profesorado de Bellas Artes y por diferentes motivos me hago desertor de la cursada. Sin saber donde disparar con el dibujo fui a visitar otra vez la escuela del maestro Garaycochea. Le mostré mis dibujos a Carlos y me invito a que vuelva un martes a la escuela, que ahí mismo se estaba juntando la gente de la ADA (Asociación de Dibujantes de Argentina) y que quizás podían orientarme mejor.
Así fue que en la ADA amplié mi campo de dibujo, en todo sentido. Conocí nuevos dibujantes, todos diferentes, Ilustradores infantiles, editoriales, humoristas, historietistas… algunos profesionales, algunos consagrados, otros no tanto, pero todos grandes dibujantes de los que había y hay mucho por aprender… a su vez conocí muchos pibes, hoy mis amigos y ya no tan pibes, que al igual que yo estaban “siguiendo dibujando” y proyectando el dibujo como una profesión…
Entre relaciones y amistades el dibujante Poly Bernatene (Que en ese entonces comenzaba a publicar sus primeros libros infantiles y nos deslumbraba con su forma de pintar en digital) me recomienda como asistente para el dibujante Gustavo Mazali, con él trabaje varios años haciendo diferentes trabajos de ilustración infantil. Por la misma época tomo clases con el pintor Roberto Gatti, buscando fortalecer mi dibujo… Hasta que en el 2008 comienzo a trabajar de manera independiente como ilustrador para diferentes medios y editoriales nacionales y extranjeras…
Seguí dibujando… y paralelo a la profesión como ilustrador de libros y revistas, en el 2010 armo un espacio, “El Cuchitril del Surrealista Realista”, que se desarrolla hasta principios de 2015, donde diferentes colegas y amigos que admiro dieron clases de dibujo, entre muchas de las cosas que pasaron ahí… Espacio donde me nutrí y también comencé a dar clases de dibujo…
El 2010 fue un año importante para mi dibujo ya que después de mucho tiempo volví a tomar clases, ahora de historieta, con EL MAESTRO!: Oswal. Gracias a sus clases volví a amar el dibujo como cuando me pasaba horas dibujando de chico... Gracias a él volví a conectarme con el verdadero sentido de dibujar… Descubrí lo inagotable e infinito que es el dibujo. Comencé a ser mas consiente del hacer y a dejar mas de lado el debería, “comencé otra vez a seguir dibujando”, probando materiales, soportes e influenciándome con todo lo que me rodea: mamá, papá, casa, perro, dibujos, mujeres, amigos… EXPERIENCIAS, libros, películas, series, músicas y todo lo que atravesara por mis sentidos…
Ahora, entre otras cosas, sigo dibujando…
6-¿Para quién fue tu primera ilustración?
Mi primera ilustración, como dije antes, seguro fue para el jardín de infantes, ilustrando algún cuento que me leyeron. Ya en el campo profesional podría decir que para “Puerto de Palos” una editorial de libros escolares.
7-¿En algún momento pensaste en tener otra profesión?
Si, cada tanto lo pienso. Y no tendría inconveniente de cambiar de profesión, siempre y cuando elija otra en la que me guste desarrollarme.
8-¿Sí no fueras ilustrador, qué estarías haciendo ahora?
Quizás estaría escribiendo, actuando, o cualquier otra actividad artística… o quizás estaría trabajando en el negocio de mi viejo lavando piezas de motores. No lo sé…
9-¿Cuáles de tus obras es tú favorita?
No tengo favorita, pero hay dibujos que les tengo mucho cariño por mas que no sean de los mejores… Uno que me gusta mucho es una jarrita de metal que copie en lápiz, por decir alguno…
10-Me salgo un poco de contexto y te pregunto... ¿Si tuvieras la posibilidad de tener un súper poder, cuál sería?
El súper poder de dibujar estaría bien. Así no tengo que esforzarme ;)
11-¿Quién es tu superhéroe preferido?
No tengo. Recién estos últimos años por recomendaciones de amigos y colegas estoy conociendo mucho mejor ese universo, pero no soy muy amante de los superhéroes… Sí me gusta mucho la pizza de “Banchero” o el asado que hace mi viejo.
12-¿Si tendrías que elegir entre comer un helado, una hamburguesa o una pizza, cuál elegirías?
Creo que ya la respondí en la pregunta anterior. ;)
13-¿Te emocionaste alguna vez, cuando alguien quería una ilustración tuya?
Me emocione cuando recibí el correo electrónico de Ludmila Abril Salazar de la escuela San Gabriel, haciéndome mi primera entrevista.
14-¿Cuál fue tú ilustración más "complicada"?
Las que tengo que hacer ahora y no tengo ganas, jajaja… Ya que quiero seguir dibujando un proyecto personal que arranque hace poco.
15-¿Alguna vez te sentiste presionado por algún trabajo que debías hacer?
Si, en general cada trabajo tiene sus presiones y condicionamientos, pero se superan y el trabajo termina saliendo bien.
16-¿Te gusta la mitología? ¿Cuál es tu dios preferido, tu ser mitológico favorito y tú mortal encantador?
Sí, me gusta la mitología, pero admiro mas a los mortales que parecen dioses por las cosas que hacen con sus manitos.
17-Mi última pregunta... ¿Te gustó la entrevista o te pareció aburrida?
Me gusto y mucho. Fue una escusa perfecta para la introspección y poder verme a través del paso del tiempo…
Muchas gracias Ludmila.